miércoles, 12 de diciembre de 2018

120 Giornate di Sodoma

En el presente trabajo se trata de abordar todas las implicaciones, conceptos, tramas y características antropológicas presentes en la obra cinematográfica de “120 Giornate di Sodoma” la cual está basada en la obra homónima de el escritor Marques de Sade, se enfocara el trabajo en las definiciones e identificaciones del bien y el mal y cómo éste es tratado y emulado en la película por cada uno de los actores, se tratará de describir las puestas en escena que mejor reflejen todos estos aspectos humanos, justificando lo más que sea posible el tratamiento que se le dé a cada aspecto y el punto de vista con el que se ha tomado, para concluir con las lecciones sociales que se hayan captado del film y la manera en que debe tratarse, es una postura personal que trata de abarcar la totalidad de aspectos que conforman el film, tanto antropológicas como psicológicas, tratando de apegarse lo mayormente posible a la trama escenificada.

Identificar el bien y el mal.

Los conceptos de bien y mal pueden tomarse de manera relativa y dependen totalmente de la percepción de la persona que esté realizando el análisis, es así como la concepción de “bien” en nuestras etnias occidentales difiere un poco en forma y esencia a las concepciones que se tienen para la misma característica en el medio oriente u otras etnias diferentes que están presentes en todo el mundo, de esta manera no se puede tomar una definición especifica e inmutable respecto a estas características o adjetivos calificativos de valor que se tienen como conceptos naturales a nuestros entendimientos cotidianos, el diccionario de filosofía nos da la siguiente definición para tales conceptos antónimos:



Categorías ético-morales que expresan la valoración de la conducta de los individuos (grupos, clases), así como de los fenómenos sociales desde determinadas posiciones de clase. Se entiende por bien lo que la sociedad (clase dada) considera moral y digno de imitar. El mal tiene un significado contrario: lo inmoral, digno de condena. La interpretación metafísica de estas categorías se caracteriza por las búsquedas de los fundamentos eternos e inmutables de bien y mal. El idealismo los ve en la voluntad divina o en el espíritu absoluto. Según la teoría ética de Kant, el bien es todo lo que se corresponde con los mandamientos de la ley moral, intrínseca a todo ser pensante, y que no depende de las condiciones de vida del hombre (Imperativo categórico). Los representantes del materialismo premarxista buscaban generalmente la fuente del bien y mal en la naturaleza abstracta del hombre, en su aspiración al deleite y la felicidad (Hedonismo, Eudemonismo). Entre ellos, hasta los que vinculaban la moral con las condiciones de vida y de educación del individuo, proclamaban eternas e inmutables las representaciones sobre el bien y el mal. De hecho, bajo la “naturaleza humana extrahistórica” siempre se ocultaban los rasgos socialmente condicionados, típicos de los componentes de determinados grupos grandes de personas, clases. Por eso, en la fundamentación del bien y mal, cada pensador defendía en esencia el punto de vista moral de una u otra clase. La ética burguesa moderna se caracteriza sobre todo, de un lado, por las tentativas de hacer pasar por auténticas y eternas las representaciones del bien y mal dominantes en la moral oficial de la sociedad capitalista y, de otro lado, por la negación de los criterios objetivos del bien y mal. La ética marxista dio la primera fundamentación científica de los conceptos de bien y de mal. “Las ideas de bien y de mal han cambiado tanto de pueblo a pueblo, de siglo a siglo, que no pocas veces hasta se contradicen abiertamente” (C. Marx, F. Engels, t. 20, p. 94). Pero estos cambios no son resultado de la arbitrariedad ni dependen tan sólo de la opinión del sujeto. Su fuente son las condiciones de vida de la sociedad, en virtud de lo cual, tienen un carácter objetivo. Los actos de los individuos deben valorarse como bien o mal en dependencia de si contribuyen u obstaculizan la satisfacción de las necesidades históricas de la sociedad en su conjunto, o sea, de los intereses de la clase progresista que expresa dichas necesidades. En la moral comunista, las nociones sobre el bien y el mal se expresan a través de un conjunto de requisitos morales concretos, que determinan las normas de aquella conducta de los individuos que coadyuva activamente a la liberación de los trabajadores de la explotación, a la edificación exitosa del socialismo y el comunismo, a la causa de la paz y el progreso social. (M. M. Rosental y P. F. Iudin, 1965)

 
Basándose en las definiciones anteriores de bien y mal, se puede extraer de la trama de la película los hechos hedonistas de los cuatro señores protagonistas que organizan la jornada de exploración de placeres y el aislamiento grupal que se evidencia en la película, es en la búsqueda de deleite y de felicidad personal que se puede definir el “bien” en la película, sin embargo, tal como ya se expresó anteriormente, es totalmente relativo, ya que el bien enmarcado en la satisfacción de los cuatro señores organizadores, se transforma en el mal, de todas aquellas víctimas que se hacen participes del aislamiento, participación que no es absolutamente del todo voluntaria, lo que se pone en evidencia desde el hecho que todo el grupo necesita presencia militar armada para garantizar, cuidar y legislar la estructura grupal de la película, por ende, el bien que es expresado en el deleite y/o goce de los cuatro protagonistas, es un mal para los chicos que son usados como meros objetos/juguetes para el deleite o expresión de todos los deseos de los señores protagonistas.

El bien y el mal, en la trama de la película y como parte de la esencia de las personificaciones de los cuatro señores dirigentes y protagonistas, va en contra de lo que regularmente se entiende como sociedad respecto a las definiciones comunes y populares que se tienen de bien y de mal, y las cuatro señoras prostitutas de experiencia, añaden con sus relatos las ideas y formas extravagantes y peculiares del alcance de satisfacción por parte del “hombre” del deleite y alcance de felicidad, no existen límites ni restricciones respecto a todas las actividades que se pueden llevar a cabo en la película, aun y cuando estas vayan en contra incluso de procesos anatómicos biológicos, como lo es la ingesta de aquellos residuos que ya fueron procesados previamente por nuestro propio sistema digestivo o de otros, actividades rituales cuyo objetivo práctico poco o nada tienen de utilidad biológica para la vida, es decir, fueron totalmente caprichos individuales de los señores dirigentes, aun y cuando los demás participantes en el papel de objetos inanimados cuyo sentimientos, pensares y objetivos no se tienen en cuenta en la película, no estuviesen de acuerdo. El bien y el mal es relativo, particularmente la definición de estos conceptos es vista desde el punto de vista de los cuatro señores, algo será bueno cuando satisfaga o vaya en la línea de deseos de ellos, que son los únicos, se pone en evidencia en la película, que tienen poder de decisión en la trama de la historia.

Contextualizando las ideas de bien y de mal que se tienen como sociedad salvadoreña, son bastante peculiares y están enmarcadas en lo que popularmente se establece, según la moral, como bien y mal en una sociedad occidental, es así como toda actividad que no vaya en la línea moral y religiosa contemporánea, será vista como negativa y juzgada correspondientemente, por lo que en determinadas situaciones nos tocará jugar el papel de los señores dirigentes y tener todo el poder para realizar lo que se nos antoje en el fondo de nuestro sentir/pensar, y otras veces nos tocará ser los juguetes de alguien con mayor poder e influencia sobre nuestra vida social y ceder ante sus deseos y mandatos, que aunque nos parezcan contraproducentes, tocará hacerlos de la manera que mejor le parezca a la persona que nos lo está exigiendo. Por ende nuestra sociedad, aun con el toque religioso que pretende hacerse ver ante el mundo, tiene la apertura a dejarse llevar y usar en menesteres poco atractivos, con el fin de mantener o lograr cierta meta social que muchas veces suele ser de carácter económico.

¿Quién puede hacer el mal?

Para contestar la pregunta directa, primero debemos hacer una exploración filosófica de todo aquello que se define o se considera como “mal”, para lo cual nos apoyaremos en lo publicado por el experto en filosofía quien nos dejará mucho más claro de todas las acciones que se implican y se pueden comprender como “malo” en nuestro existir como humanos.

Cabe distinguir otra identificación, es "mal" lo negativo y es "bien" lo positivo. Lo que sería bueno o malo serían las consecuencias derivadas de acciones y, además, de acciones humanas. Las consecuencias de causas no humanas pueden ser perjudiciales o negativas, o beneficiosas y positivas, pero no serán ni buenas ni malas porque carecen de valoración moral. Lo moral solo entra en relación con lo humano porque las consecuencias buenas o malas de las acciones humanas obedecen a decisiones llevadas a la práctica que, en última instancia, representan una elección con una implicación o carga moral. El mal es circunstancial en la medida que se plasma en hechos, todo aquello que quede en el campo de la imaginación o las ideas no será malo ni bueno, porque simplemente es una especulación no materializada. De ahí el carácter necesariamente fáctico, como hecho consumado o intentado, de algo "malo". Y que eso sea "malo" o un "mal" se define por el perjuicio causado a terceros inocentes. (Romero, 2014)

Por lo que basándose en el hecho de incluir para la medida de acción que se considera mala el daño también producido a terceros, se puede inferir que todas y cada una de las actividades que se llevan a cabo en la trama de la película serían catalogadas acertadamente como malas, independientemente del placer o satisfacción que hayan causado a uno o varios, ya que para esa satisfacción se tuvo que prescindir o dejar de lado la voluntad e integridad de otros seres humanos, por lo tanto el mal solo puede ser llevado a cabo en la trama de la película por aquellos señores dirigentes quienes tienen el poder total de decisión y que son solamente dirigidos por sus deseos y añoranzas, y es acertadamente catalogado como un mal, por las consecuencias percibidas por los jóvenes victimas que han sido forzados a participar del aislamiento y están a merced de los cuatro señores, quienes buscan la exploración y explayar sus deseos, por más retorcidos y desagradables que nos parezcan, por lo que solamente ellos, quienes tienen el poder económico y de dirección, los que pueden hacer el mal, en todas sus formas posibles de evidenciar, eso queda de hecho más claro, cuando se dan cuenta de las desobediencias y decisiones personales arbitrarias que toman algunos jóvenes a escondidas de la autoridad, llevando incluso a uno de los chicos quien estaba en sesiones nocturnas con otra compañera dando rienda suelta a sus deseos personales, a la muerte, muerte que es causada y perpetrada sin ningún tipo de consecuencias negativas para los asesinos quienes son los cuatro señores organizadores de la situación de aislamiento y codependencia.


Para nuestro país, y de manera general para casi todos los sistemas sociales, pueden hacer “el mal” casi con ninguna consecuencia que conlleve el pagar su responsabilidad por ese mal, los que tienen el poder y dirección independiente en nuestro país, es decir, aquellos que no dependen ni están sujetos a las leyes regulares simplemente porque pueden “pagar” esa posición y permitirse hacer cosas malas y dañar a terceros sin esperar un castigo por ese daño. De esa manera se perpetran acciones, tal como lo fue el robo o hurto del ex presidente Francisco Flores, que fue una acción mala, porque si bien no causo el daño de manera directa fue por omisión, y los destinatarios originales para los que iba pensado el dinero y las acciones que iban a ser llevadas a cabo con ese financiamiento, no tuvieron oportunidad de verse realizadas, y así, daño personas que no recibieron su ayuda después de haber sido dañadas por los fenómenos naturales, dicho mal fue perpetrado casi sin ninguna consecuencia real para los ladrones, de esa manera se puede esperar la ejecución de acciones que conlleven daños a terceros de parte de las personas pudientes quienes tienen el control de nuestro país. Solamente ellos pueden perpetrar el mal sin mayores consecuencias personales, todos los demás que vivimos en este país, estamos sujetos a la moralidad y las leyes judiciales, las cuales nos limitan o condicionan en nuestro actuar cotidiano, que debe apegarse a los estándares de vida, morales y éticos para no ser rechazados por el grupo social, ni caer en delitos que llevan su consecuencia correspondiente.

Identificar la impunidad en la película

Se define primero lo que es la impunidad, del vocablo latino impunitas, es un término que refiere a la falta de castigo. Se conoce como castigo, por otra parte, a la pena que se impone a aquel que ha cometido una falta o un delito. Esto quiere decir que, cuando hay impunidad, la persona que ha incurrido en una falta o un delito no recibe la pena que le corresponde por su accionar. De esta forma no se sanciona ni se enmienda su conducta. (Definicion.de, 2016)


En la película queda evidencia total de la impunidad por parte de los cuatro señores organizadores y dirigentes de toda la actividad, son impunes a las leyes convencionales, es decir, nadie está fiscalizando o juzgando su actuar dentro de la mansión en la que se encuentran, si bien existen figuras que dan la idea de alguna autoridad, como lo son los hombres armados, éstos solo obedecen los deseos de los señores, por lo que de nuevo son totalmente impunes de los actos que cometen, ellos son los únicos que pueden aplicar castigo, por algo que a ellos mismos no les parezca o agrade, es así como todo el grupo depende y está a merced de ellos, e incluso aplican castigo a aquellos que hacen cosas fuera de lugar en la estancia y a escondidas de ellos, esas personas faltaron a la ley (que sería solamente aquellas acciones que van en la línea de lo que ellos desean o quieren) y fueron castigados, más no así fueron castigados ellos por todo el cumulo de atrocidades a las que sometieron a los chicos y chicas que fueron participes involuntarios de esa reunión.

Contextualizando a nuestra realidad salvadoreña, la impunidad se deja evidenciar en todas aquellas personas de poder y de estatus social alto, quienes pueden causar daño con su negligencia y enfoque en enriquecerse a costa del bien de todos, la omisión o falta de actividades reguladoras que controlen y ayuden a evitar este tipo de acciones por parte del órgano judicial, es otra forma de expresión del poder que da la posición económica, así mismo, se logra evidenciar la impunidad en aquellas personas que hacen daño y que no son denunciadas, ya sea por temor o por falsos imaginarios en la mente de las personas, por ejemplo, las mujeres, a veces se prestan a abusos de autoridad y a maltratos tanto físicos como psicológicos ya sea por parte de sus parejas o conyugues, o por terceros, ya que lamentablemente en su instrucción de vida, se metió en su cabeza la inferioridad y el tener en estatus diferente al hombre, lo cual originalmente se prestó para la proliferación de la conducta machista que contamina hoy por hoy a nuestra sociedad y está presente en todas las instituciones del país. Tal como lo pone en evidencia la película y la obra original, tienen impunidad aquellos que tienen las riendas del poder en la sociedad, solamente ellos son exentos de castigo a pesar de llevar a cabo acciones que no benefician a sus receptores, sino todo lo contrario. Ellos pueden hacer y deshacer a su gusto y capricho, todos los demás tenemos que someternos a esos deseos y a las leyes que los controladores han creado y procuran imponernos.

Breve Resumen del Film.

Las “120 Giornate di Sodoma”  es un film basado en la obra homónima del Marques de Sade, el film a diferencia de la obra escrita, trata de resumir y poner en escena las jornadas o los días más representativos de la obra, es así como en el film se puede ver el acuerdo y la manera de sellar la hermandad de los cuatro señores que serán los protagonistas principales y llevaran a cabo el hacer realidad o tratar de hacer realidad todas y cada una de las fantasías que guardan en su mente y se ocurren según van escuchando los relatos de las prostitutas de experiencia que ahora fungen de matronas o dirigen ese tipo de negocios, el pacto es sellado con el intercambio de las hijas de cada uno con otro miembro del grupo para hacerla su esposa, —desde ahí puede evidenciarse el hecho de considerar a la persona ya como un simple objeto intercambiable—, al que se le puede considerar sin sentimientos ni pensamientos porque simplemente será un objeto que servirá para el cumplimiento de las fantasías y deseos que los cuatro dirigentes quieran, se resume un poco el proceso de selección de las personas que serán participes de la reunión o aislamiento en la casa de campo (mansión) que se tienen prevista, y como el género va siendo indiferente para los gustos y deseos de todos los participantes, durante las primeras sesiones van haciéndose presentes las fantasías sexuales y el apropiamiento del grupo incluso haciéndoles aparecer como si fuesen perros y sin tomar en cuenta el pudor que puedan sentir, por lo que están desnudos durante casi toda la jornada, la siguiente puesta en escena es el proceso de preparación y realización que se les ocurre a partir del relato de una de las prostitutas mayores, y es el alimentarse de todas las heces fecales de los que están en el grupo, posteriormente va la elección de él que es, a juzgar por ellos, el más bello trasero de todos los participantes, siguen los encuentros sexuales y la realización de nupcias y ese tipo de eventos ritualistas entre los miembros escogidos siempre por los cuatro señores dirigentes, posterior a eso va la parte de las desobediencias por parte de los miembros del grupo, ya sea por sus deseos personales y por convicciones propias, cosa que es castigada severamente por los señores, ya que los jovencitos y jovencitas deben atenerse a su papel de objeto sin pedir nada, luego continúan los juegos para causar placer y satisfacción a los cuatro protagonistas, las sesiones van desde desordenes sexuales, tortura, mutilaciones, marcaciones como si fuesen ganado y todo tipo de burlas, al final concluye en una sesión de baile por parte de dos de los muchachos que andaban armados y estaban a cargo de la vigilancia y cumplimiento por parte de las víctimas a toda orden de los señores, así concluye la película.


Conclusiones.

De las película de las “120 Giornate di Sodoma” se puede extraer como el control desmedido por parte de unos pocos, puede poner en peligro y afectar de manera negativa la vida de muchos, a eso se debe agregar que si la persona que tiene el control tiene diferentes traumas psicológicos y fijaciones fuera de lo común, se puede permitir el expresar ese tipo de sentimientos sin temor alguno a ser juzgado, porque simplemente no tiene nadie que lo juzgue, entonces puede hacer lo que le dé la gana, lo cual dejara en una posición totalmente vulnerable a todos los demás miembros de la sociedad o grupo humano.

Los seres humanos tenemos fijaciones o pensamientos que pueden ser bastante retorcidos y hasta perjudiciales para con los demás e incluso para nosotros mismos, la educación y el adecuado enfoque respecto de la vida y los demás factores morales, es lo único que podrá garantizar que la expresión de esos pensamientos y sentimientos sea adecuada y no se procure el tipo de egoísmo e individualidad expresada en la película, donde solo es tomado en cuenta, el sentir y querer de los cuatro señores organizadores.


Referencias.

Definicion.de, 2016, Definición de Impunidad, recuperado de http://definicion.de/impunidad/ en febrero de 2016.

M. M. Rosental y P. F. Iudin, Diccionario Filosófico, Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo 1965, recuperado de http://www.filosofia.org/enc/ros/bien.htm en febrero de 2016.

Romero Gil, Jorge, ¿Qué es el mal?, artículo publicado en about español, octubre de 2014, recuperado de http://filosofia.about.com/b/2013/06/21/que-es-el-mal.htm en febrero de 2016.

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