viernes, 28 de diciembre de 2018
El Objeto de Estudio de la Antropología Económica.
Los albores de la “antropología económica” como rama de la ciencia “antropológica” en los estudios sociales, se puede ubicar con un retraso bastante significativo, posterior a los trabajos etnográficos que hicieron ubicar a la antropología como una verdadera ciencia capaz de estudiar, compilar y teorizar, una gran cantidad de fenómenos que hasta entonces no se les había prestado la atención o no se había diseñado la adecuada herramienta teórica para ser abordados. Es a mediados del siglo XX, en los años 1950 aproximadamente, que ya se reconoce la importancia de centrar una de las ramas de los estudios antropológicos; para verificar, analizar, comprender, describir y sistematizar, todos aquellos fenómenos de índole económico que ocupaban a ciertos grupos sociales que no iban en línea con lo propuesto hasta entonces en la economía y todo su grupo de teóricos más representativos.
Para ello, fue menester de todos los primeros investigadores entusiastas, la ruptura de varios sesgos o paradigmas que se tenían presentes en el pensamiento y la línea de análisis de todos los fenómenos humanos, ya que aunque sin ser conscientes de ello, ellos también tenían sesgos en cuanto a la visualización de la parte “económica” que ocupaba a las sociedades que hasta el momento se habían analizado y catalogado como sistemas sociales diferentes, basta con hacer una revisión de los títulos de las obras estandartes de la época que fueron parte de las que impulsaron la aceptación e institucionalización de la antropología como ciencia, para ver el carácter equivocado que se tenía, en cuanto a percepción, de los fenómenos económicos humanos, llevados a cabo para el correspondiente desarrollo y manutención de la vida en dichas sociedades, “En 1952 Herskovits publica su Economic Anthropology. A Study in Comparative Economics, ampliación de su libro anterior The Economic Life of Primitive Peoples (1940)” (Molina y Valenzuela, 2006, p. 42) así como también el artículo de 1921 del erudito y uno de los padres de la antropología Malinowski “The Primitive Economics of the Tobriand Islanders” y una de sus obras principales “Coral Gardens (1935), Stephan Viljoen, con The Economics of Primitive Peoples (1936), el mismo Firth con Primitive Polinesian Economy (1939) y Goodfellow con su Principles of Economic Sociology. The Economics of Primitive Life as Illustrated from the Bantu peoples, también de 1939, completan el panorama” (Molina y Valenzuela, 2006, p. 42). En todas ellas queda plasmado el espíritu de no verificación de una verdadera faceta económica presente en cada una de esas sociedades analizadas, sino más bien la ausencia de un fenómeno que se apegara a las leyes y postulados ya formados y probado por parte de la economía clásica tan vigente en la época y que buscaba su expansión mundial, por lo que fueron catalogadas con adjetivos del tipo “primitivas” y también haciendo referencia al término “vida” para indicar que el fenómeno previsto no era en si economía propiamente dicho, sino algo parecido o que la sustituía en la vida de estas personas (Molina y Valenzuela, 2006).
Trabas para la formalización como parte académica de la ciencia antropológica:
Podemos comenzar detallando cada una de las trabas que tuvieron que ser sobrepasadas para el adecuado análisis y comprensión del fenómeno económico fuera del estándar de vida que había rodeado a todos y cada uno de los pensadores que tuvieron contacto con otras sociedades, con la abolición del concepto de economía que tenían presente, es decir, todo el conjunto de conceptos y teorías que se les había enseñado y que hasta ese día habían practicado, nublaba su visión para poder estar abiertos y en total disposición de aceptar fenómenos o mecanismos de carácter económico que rompían todos los estándares que tenían cimentados por la teoría económica clásica con la que había crecido y prosperado occidente. Es así como los investigadores durante sus viajes y procesos de campo, logran diferenciar, definir, catalogar y analizar características propias diferentes de la sociedad en estudio, magia, religión y parentesco, son algunos de los aspectos que se visualizan fácilmente, más no así la economía en la que estos pueblos basaban su desenvolvimiento cotidiano, no se tenían claras las dinámicas y las bases por las cuales regían su vida económica estos pueblos, la tendencia de buscar los mismos parámetros teóricos o preceptos teóricos que se tienen a partir de la concepción clásica es el primer obstáculo que debe ser vencido para lograr visualizar y comprender, de manera adecuada, toda la existencia completa del grupo en estudio.
Otra traba que deben superar los antropólogos para el completo análisis y comprensión de otras sociedades que se estaban revisando fuera de la civilización europea y toda la dinámica en la que se había desarrollado, fue la tendencia de concebir como universales todos los principios definidos por la teoría clásica económica, es decir, se debía romper esa tendencia de sobreponer los principios que rigen un sistema económico como el eje principal en el que giran todas las demás actividades presentes en la vida social de las personas, al respecto tiene que ver mucho la participación y teorización por parte de economistas importantes que sentaron y explicaron las bases del funcionamiento de la economía capitalista occidental, como fue Marx y su teorización de la lucha constante de las clases, producto de la explotación y la diferencia de beneficios que experimentaban los individuos participantes de un mismo modelo o sistema productivo económico determinado, el investigador antropológico debía tener en su visión el hecho de no esperar encontrar este mismo sistema regido o moldeado por la producción en toda su expresión y con todas las facetas de sistema que están ligadas a ella “la asignación de recursos… no consideran los lazos personales y los fines sociales a favor de un principio inmediato de maximización en la obtención de utilidades” (Firth, 1966), el antropólogo debía dejar de esperar encontrar e identificar en esas sociedades, los conceptos de mercado, oferta, demanda y todo el cumulo de aspectos diferenciados que caracterizan a un sistema económico capitalista ordinario y ver en estas características, los principales parámetros que determinaban la configuración de esas sociedades. El peso de la economía en una sociedad, y la economía como el estamento fundamental en el que se configuran las obligaciones y tareas individuales de las sociedades es algo que no se observa en las sociedades no occidentales (Firth, 1966).
El otro aspecto a tomar en cuenta es aquella incapacidad de diferenciar claramente en las sociedades no occidentales, un plano económico, resulta complicado o no del todo claro, poder identificar y abstraer el conjunto de actividades que sean las que determinen la dinámica económica del grupo, sin afectar los demás rubros o aspectos sociales que se tenían presentes, es algo que resulto imposible para el analista antropológico, es así como, se puede hacer una perfecta diferenciación y extracción de actividades y relaciones que tengan que ver con el parentesco, la religión, la magia, etc. Pero no así una determinación a cabalidad, de lo que era economía, es decir, las actividades económicas estaban entrelazadas con otros aspectos sociales que eran los que imperaban en el grupo y que aportaban el peso de importancia para llevar a cabo una u otra acción por parte de los integrantes del grupo “…una opinión comprensible según la cual la relación social es lo fundamental, lo que dicta el contenido y la forma de la transacción” (Firth, 1966). La economía era un complemento, lo que le daba sentido a cualquier actividad que se esté realizando, estaba regido por otras facetas de mayor peso, que eran mucho más importantes que el mero intercambio de bienes materiales (Firth, 1966).
Al superar estas trabas teóricas/conceptuales de la manera en la que se espera ver el fenómeno económico en todos los grupos humanos, tenemos la definición más adecuada para el objeto de estudio que debería concebir analizar, investigar, explicar y clasificar la antropología económica como ciencia.
Objeto de estudio es:
Las diferentes dinámicas que se llevan a cabo en las sociedades para llevar su modo de vida correspondiente, son todos aquellos mecanismos que inciden en esas sociedades para obtener sus medios de vida y dichos mecanismos no están diferenciados, sino que van entrelazados con otros aspectos que tienen una mayor importancia en las sociedades.
La definición de este objeto de estudio conlleva la aparición de algunos problemas intrínsecos a dicha postura analítica, los cuales son:
El enfoque:
Esto es qué perciben los investigadores en determinadas sociedades, la relación social es la fundamental, una cosa diferente es el sustrato material, y otro es la relación social, es decir, no tiene “valor” el objeto que se está cambiando o dando, sino que es importante la persona o la razón por la que estas ejecutando dicho intercambio o transacción económica. Una relación material es solo ordinariamente un momento y es menor que la relación social, que puede perdurar largo tiempo. Se puede verificar una contraposición teórica entre lo que se puede denominar como relación social, sea del índole que sea, contra el sustrato material o el propio objeto incluido en la transacción o intercambio (Firth, 1966).
El valor.
La economía no está determinada por la naturaleza sino por la cultura, ¿a qué se la da valor?, es por todos esos preceptos confirmados que se puede asegurar con perfecta autoridad que no existe el llamado “homo oeconomicus”, y que es una mala interpretación de las conductas naturales humanas por parte de los economistas. ¿A qué se le asigna valor o mayor valor en una sociedad? Es aca donde la antropología nos abre la visión y se logra identificar las posturas clásicas con otras diferentes, para la sociedad capitalista es importante mantener el flujo de los recursos mientras que para las sociedades analizadas por la antropología, lo importante en dichos grupos étnicos era el mantener el flujo de la relación de vida, dando poca o ninguna importancia al “valor” que tenían los objetos o sustratos materiales. Se le da más valor al cuerpo social y no así a objetos. Cuando hablamos de economía en otras sociedades y observamos transacciones, se debe distinguir no el cambio de objetos o servicios, sino que debemos enfocarnos en las relaciones que se implican en ese intercambio, esas sociedades no están centradas en la producción (Firth, 1966).
Puede observarse como, la institucionalización de una antropología económica, fue un proceso continuo, cargado de nociones teóricas que debían ser reajustadas para la adecuada comprensión del fenómeno humano ante el cual se estaba, e incluso se debía abolir leyes marginales económicas que hasta entonces se habían tenido como verdaderas e inmutables, la universalidad del fenómeno económico y su protagonismo en la definición del perfil de vida que todos y cada uno de los individuos va tomando en determinada sociedad, es una postura errada que hace eco incluso en nuestra sociedad emergente salvadoreña, el objetivo de vida, obtener la mayor remuneración y los mejores “recursos” para tener una mejor vida; es algo que marca el estándar del plan educativo y el modo de desenvolverse en la actual sociedad salvadoreña, esas construcciones sociales van siempre en beneficio de aquéllos quienes buscan mantener ese sistema y una alternativa de cambio todavía no logra verse con claridad para el corto plazo, sin embargo, tal como ya se demostró en los diferentes estudios antropológicos, el pensar un sistema diferente e incluso opuesto al capitalismo, es algo que puede darse e incluso guiar el modo de vida de toda una sociedad.
Bibliografía.
Molina, José Luis & Hugo Valenzuela. «Invitación a la Antropología Económica». 2006. Barcelona, España. Edicions Bellaterra.
Firth, R. «Temas de Antropología Económica». Traducido por José Luis Pérez Hernández. 1974. México. Fondo de Cultura Económica.
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