sábado, 26 de enero de 2019

Presencia Indígena en el Comercio en El Salvador: Caso Particular del Centro Histórico


ANTROPOLOGÍA DE EL SALVADOR Y CUESTIÓN ÉTNICA NACIONAL

Planteamiento del problema.
Con la actual investigación, se pretende dar una visibilidad mucho más auténtica y certera, de la presencia del componente indígena en el marco del comercio informal que se tiene presente en el “Centro Histórico” de nuestra capital, detallando lo más completa que me sea posible, todas las características de dicha actividad y todos y cada uno de los elementos identitarios que pueden percibirse en ella.

Pregunta de la investigación.
¿Cómo se ve reflejada la presencia indígena en el actual comercio en el centro histórico de San Salvador?

Objetivo general.
Describir y explicar de forma detallada y lo más completa que sea posible, la presencia del factor indígena en el comercio del centro histórico de San Salvador.

Objetivos específicos.
*    Definir lo más completo posible, lo que se puede llamar “factor indígena” contemporáneamente, haciendo referencias históricas y de tradición popular.

*    Descubrir que características del comercio del centro histórico de San Salvador, contienen el factor indígena, ya sea de primer plano o secundariamente en las actividades que llevan a cabo para poder realizar con éxito el proceso comercial.

Justificación.
La pérdida de identidad en nuestra cultura salvadoreña, es un efecto de la occidentalización que se tiene muy presente en el diario vivir, por lo que buscar, promover y tratar de rescatar un factor que debería de ser identitario para todos los salvadoreños, como lo es “la esencia indígena”, es una tarea que debería venir desde las instituciones gubernamentales que deben velar porque se mantengan todos aquellos rasgos que nos definen como nación.

Delimitación de la investigación.
La presente investigación deberá ser realizada de los meses de marzo de 2017 hasta junio de 2017; se llevará a cabo en el “Centro Histórico” de San Salvador con los comerciantes del sector informal.

Marco Teórico.
La presencia indígena en El Salvador contemporáneo tiene muy arraigados los problemas clásicos que siempre han marcado la historia, planificación y desarrollo a nuestras etnias originarias, siendo la invisibilización uno de los problemas más grandes y que mayores consecuencias sociales trae a la población indígena, así Mac Chapin pone en relieve lo crítico de la situación étnica originaria en nuestro país:

“Quizá lo más notable es que en un país tan pequeño, con una superficie de un poco menos de 22,000 kilómetros cuadrados, con numerosas concentraciones de indígenas en los pueblos y las zonas rurales a una hora de viaje en carro de la capital, pueda negarse su existencia categóricamente. Con seguridad casi absoluta, la gente de la capital sabe que en esas zonas vive gente pobre. Sin embargo, a menudo se hace caso omiso del hecho de que sean indígenas.” (Chapin, 1991).

Esta invisibilización es producto del trato que se ha dado al indígena históricamente, a partir del nacimiento de la república con la independencia patria, el sector indígena ha sido al más afectado y explotado por las elites gobernantes, quienes poco o nada hacían en pro de sus derechos, la abolición de las tierras ejidales, sumado a la explotación por parte de las haciendas, primero con el cultivo del añil que fue nocivo para gran parte de la población y posteriormente con la introducción del café, plantean una situación realmente mala para las etnias indígenas que posterior a todos esos procesos nefastos, tuvo su peor ataque de parte del propio gobierno salvadoreño para 1932.

“Aunque las estimaciones del número de muertos en esta ocasión oscilan en la vecindad de 15,000 y 50,000 personas, es obvio que la masacre fue extensa. Afectó a hombres, mujeres y niños y sus consecuencias para la población indígena fueron devastadoras.” (Chapin, 1991).

 Por lo tanto, y con semejantes precedentes, no es para nada extraño la ausencia de presencia indígena en la urbe que represente actualmente la capital, el centro histórico es lugar de comercio y actividades económicas, en el que la presencia indígena es nula, las personas no son, de manera consciente, miembros de ningún grupo o asociación que se diferencie de las demás organizaciones sociales, como indígena, si bien fenotípicamente y de origen de nacimiento hay muchas personas que caben dentro de los supuestos fenotípicos que deberían ser parte indígena; ellos mismos no guardan esa identificación y niegan esa parte de su pasado.

Actualmente y retomando la visión antropológica clásica respecto a los indígenas, se tiene que las principales características que se usan para definirles e identificarles en nuestra sociedad salvadoreña son:

Religión (creencias, ritos y mundo sobrenatural): hace referencia a las prácticas religiosas de los grupos indígenas, que si bien son ya cristianizadas, guardan elementos básicos de prácticas y de accesorios que hacen referencia al pasado indígena con elementos que evocan a las deidades del panteón indígena.

Organización social (unidad local): Se hace referencia a las sociedades que se tienen presentes, tanto a nivel oficial como informal, de comunidades cuyo objetivo es el rescate y manutención de costumbres y/o aspectos propios que hacen referencia directa al pasado indígena.

Trabajo y producción (división de las actividades de consumo): se hace referencia a la participación en tareas básicas (agrícolas generalmente) y como la distribución se trata de realizar no enfocada en el comercio sino en la supervivencia del propio grupo familiar.

Vivienda y enceres domésticos: se refiere a toda la configuración habitacional que se tiene como clásica por parte de los grupos originarios, aunque se tiene el sesgo del hacinamiento y lo forzado de tal configuración en pro del desempeño en tareas agrícolas de los productos que fueron históricamente la base de la economía nacional (por ejemplo el café y el añil).

Indumentaria: los trajes típicos de trabajo, basados en estructuras básicas de manta, así como el calzado que era inexistente y en algunas veces en forma de sandalias hechas de cuero y más modernamente con residuos de caucho de llantas usadas (caites).

Enfermedad y curación: se refiere al uso tradicional de curanderos o efectos mágicos para llevar a cabo la curación de padecimientos que históricamente se han atribuidos a causas mágicas o malas energías de parte de personas que son capaces de infligir ese tipo de daño en la víctima seleccionada.

Lengua: el uso de lenguaje propio, por lo general se hace para ocasiones especiales o de alta confianza para mantener las relaciones familiares, por lo general se enseña la lengua tradicional de generación en generación.

Características que no están presentes o no pueden visualizarse de manera tan evidente, en las actividades que se llevan a cabo en el centro de San Salvador actualmente, se puede evidenciar la ausencia y no búsqueda de reconocimiento de lo indígena en la ciudad capital, lo que es consecuencia directa de la mala opinión y el conflicto que se tiene presente en el imaginario colectivo de lo que representa ser indígena y toda su incompatibilidad con el desarrollo comercial que se lleva a cabo para la sobrevivencia de las personas y sus familias.

Metodología utilizada para los hallazgos de campo.

La metodología utilizada en el presente trabajo, ha sido una metodología que se ha apegado lo mayormente posible, al trabajo etnográfico, es decir, se utilizó la observación no participante sino desde fuera, sumado a las entrevistas con personas que se mantienen en el lugar de manera cotidiana y cuya opinión o postura se pre-calificó como altamente representativa para la correcta visualización y análisis del fenómeno. Apegándonos a la definición planteada por Anthony Giddens respecto al trabajo etnográfico tenemos que la etnografía es: “…el estudio directo de personas o grupos durante un cierto período, utilizando la observación participante o las entrevistas para conocer su comportamiento social.” (Martínez y Murillo, 2010). Por lo que el trabajo de campo estuvo guiado por entrevistas semi-estructuradas que se realizaron a varias de las personas que participan en el comercio en el centro de San Salvador. Obteniendo los hallazgos que se detallan a continuación de manera general y tratando de definir adecuadamente la postura común a la que todas las personas entrevistadas llegaron respecto al carácter o no indígena de las construcciones sociales que tienen como propias.

En el arranque de la entrevista se usó la revitalización del centro histórico, que es un proyecto impulsado por la alcaldía de San Salvador y que busca transformar y recuperar la estética histórica que en algún momento representaron los sectores de la capital donde se desarrollan todas éstas actividades comerciales, con ello las personas mostraban mayor entusiasmo y apertura para dialogar de manera confiada con los investigadores. Todas las personas entrevistadas eran personas enmarcadas en una fe cristiana y practicantes en diferentes sectas, tanto católicas como protestantes, ello da una práctica de vida religiosa que está enmarcada en las prácticas occidentales que hacen referencia siempre a la fe cristiana, actividades como las procesiones para semana santa, los adornos y visitas a los cementerios durante el día de muertos y la preparación y celebración del día de navidad, son las festividades que las personas entrevistadas tenían en su pensamiento como las prácticas importantes en las que participaban, por lo que se infiere la tendencia en no enseñar y promover a las personas en general, por medio del contenido que se tiene previsto en el ministerio de educación para enseñanza, las líneas o cosmovisiones originarias de los pueblos que habitaban éstas tierras antes de la conquista.

 Todas las personas entrevistadas, tanto por su forma de actuar en las actividades diarias, así como por su vestimenta y el fenotipo que quieren proyectar a la sociedad, se visualiza que buscan y desean ser parte de una sociedad occidentalizada, que procura solo fines comerciales institucionalizados por los mass media, y que reflejan un estándar de vida ajeno a las costumbres y tradiciones de los pueblos originarios.



Conclusiones.

Se tiene ausencia total de la presencia indígena en el comercio en el centro de San Salvador, si bien existen personas cuyos rasgos físicos denotan ancestros que deberían permitir la clasificación de las personas en el grupo de estudio, no se perciben ni aceptan de forma personal, el hecho de pertenecer a grupos indígenas. Las declaraciones de las personas son totalmente negativas respecto a su identificación y total aceptabilidad de su origen indígena, si físicamente pueden ser clasificados de esa manera, no tienen presente en sus construcciones sociales el hecho de pertenecer a ese grupo, todo ello pone en evidencia el desgaste que se tiene presente contemporáneamente en la sociedad salvadoreña de lo que significa ser indígena, es una categorización que represente inferioridad e incluso insulto para las personas en general. Se tiene presente por lo tanto, que es deber de la antropología cambiar esa postura negativa respecto de las etnias originarias, debemos cambiar la conceptualización negativa presente en el imaginario colectivo respecto a lo que es ser indígena. Solamente de esa manera se tendrá una postura positiva respecto al recuerdo y el legado de lo que conllevaría el aceptar y volver propia la identidad indígena.

La antropología debe trabajar de manera conjunta con las entidades educativas básicas, respecto a la visión que se crea en las personas sobre lo que es ser indígena, es un proceso que debe agenciarse desde los primeros años de educación y debe dársele continuidad cambiando la visión cimentada de lo exótico y poco agradable que representan las tradiciones indígenas, con ello se permitirá quitarse la visión tradicional de folklore como algo exótico que es atractivo solo para fines turísticos, y permitir de esa manera volverlo parte de nuestra identidad nacional.




Referencias.

·      Mac Chapin, 1991. La Población Indígena en El Salvador, Mesoamérica, Vol. 12, Nº. 21, págs. 1-40.

·      Ramón Rivas, 2004. Persistencia Indígena en El Salvador. Editorial Universidad Don Bosco. Págs.. 29-50. El Salvador.

·      J. Murillo y C. Martínez, 2010. Investigación Etnográfica: Métodos de Investigación Educativa en Educación Especial. Universidad Autónoma de Madrid, España.

Resumen de Exposición “Persistencia Indígena en El Salvador” y Cuestionario General


Antropología de El Salvador y Cuestión Étnica Nacional.


Persistencia Indígena en El Salvador.

El siguiente resumen trata de las generalidades expuestas por Ramón Rivas en su artículo escrito “Persistencia Indígena en El Salvador” incluido originalmente en la edición de “Perfil Indígena de El Salvador” realizada por CONCULTURA con el apoyo del Banco Mundial para febrero de 2003.
Ramón Rivas es Doctor en Antropología Social y Cultural, es autor de vario artículos y libros sobre pueblos indígenas y garífunas se desempeñó como catedrático y director de la Escuela de Arte y Cultura de la Universidad Tecnológica de El Salvador.

Sincretismo religioso y “cultural”.

En el proceso de sincretismo cultural, en el que muchas deidades cristianas, para asimilarles de mejor manera, fueron identificadas con deidades propias del panteón indígena, de esa manera las celebraciones y alabanzas al Dios cristiano, eran mucho más tolerables y fáciles de asimilar, logrando la fusión cultural de cosmovisiones en el plano de lo sagrado mucho más exitosa. Se puede nombrar los casos específicos de San Isidro Labrador y San Benito, que fueron asociados con los Chacs y Tláloc, así como la Virgen María fue asociada con la madre Tierra y deidades femeninas de la fertilidad. Esto mezclado con las prácticas rituales en campo abierto que fueron realizadas con santos cristianos, adicional a las procesiones, danzas y teatro; permitieron un sincretismo que puso a la fe cristiana como si fuese propia originaria de los puebles indígenas en nuestro país. Así también los perfiles culturales económicos y sociales se basaron en producciones agrícolas determinadas (el cacao, el bálsamo y el añil), cuyo desarrollo configuró la geografía del país y tuvo serias consecuencias en la población indígena.

Las características culturales de los pueblos originarios indígenas, se trataron de mantener en la medida que les fue posible, el idioma propio usado para ciertas tareas en círculos de confianza como el hogar y la familia, se trató de mantener las formas habituales de tenencia de tierras, así como la configuración de las estructuras sociales. Todo ello fue posible hasta la introducción del sistema productivo del añil, producto que trajo serios problemas para la población indígena y fue realmente nocivo y letal para la esperanza de vida de nuestros indígenas, un cronista católico dice en uno de sus escritos “He visto grandes aldeas indígenas… prácticamente destruidas después de edificarse obrajes de añil en sus cercanías… porque la mayoría de los indios que allí laboran pronto se enferman…” el sometimiento a la producción y al contacto directo con el añil fue letal para los pueblos indígenas. Otro fenómeno de importancia que dio lugar a la actual configuración del país, tanto a nivel étnico como social, fue el mestizaje, que es la mezcla sexual biológica entre indígenas y españoles, una de las causas del abundante contacto sexual entre las etnias, fue el permanente dominio y arbitrariedad por parte de los conquistadores, eso adicional a La no existencia de lugares de refugio para el resguardo indígena, que obligo a una convivencia forzada. Adicional al mestizaje es de mencionar que los pueblos indígenas fueron cediendo ante los males producto de el encuentro con etnias diferentes, así como la manipulación de elementos ajenos de origen (cultivos) dando como resultado enfermedades, pestes (malaria, fiebre amarilla, viruela, sarampión, tuberculosis) adicional a las masacres perpetuadas por los conquistadores. Con la introducción del sistema económico basado en el añil hubo una disgregación de la población indígena en los siglos XVIII y XIX (hasta un 80% de la población). Entre 1550 y 1590 la población indígena pasa de 30,000 a 8,300 habitantes.

Las principales características que se manejan para definir al indígena en nuestra sociedad salvadoreña son:
·      Religión (creencias, ritos y mundo sobrenatural)
·      Organización social (unidad local)
·      Trabajo y producción (división de las actividades de consumo)
·      Vivienda y enceres domésticos
·      Indumentaria
·      Enfermedad y curación
·      Ciclo de la vida individual
·      Lengua

Para 1570 el cronista Diego García de Palacio reconoce la pluralidad de lenguas en la región, siendo las principales o las que logra identificar el pipil, popoluca, chontal, potón, taulepa, ulúa, choluteca y mangue. siendo el nahuátl el idioma oficial utilizado para la cristianización. Para los acuerdos de paz de 1992 no se incluyeron aspectos en beneficio de la cultura y economía indígena en el país. La situación actual de las comunidades indígenas hace eco de la crueldad, explotación y menosprecio que sufrieron durante el proceso de creación, desarrollo e independencia del país.

Cuestionario de exposiciones.

1.     Explique el papel de la transculturización en el proceso de Mestizaje en El Salvador.

La transculturización es el proceso mediante el cual, ante la exposición, interacción, y continua relación entre dos pueblos o culturas diferentes, van intercambiando aspectos y características culturales, lo que puede resultar en una dinámica cultural de aspectos que si bien podrían haber sido propios, son asimilados con rasgos selectivos de la cultura “dominante” o todos aquéllos aspectos que por disposiciones de poder o interés, se debe buscar mantenerse. El mestizaje es el proceso de mezcla étnica entre dos razas o etnias diferentes, en el caso particular de El Salvador, puede inferirse el mestizaje como un efecto natural producto de la relación de “hombres” españoles enmarcados en la conquista y desarrollo de la colonización de las tierras originarias de El Salvador; el mestizo tiene entonces que tomar unas características propias que deben ir en línea con los estatutos heredados de sus progenitores, pero son rasgos completamente diferentes, entonces en el proceso, el mestizo va retomando aquellas características que le sean más convenientes, por lo tanto se va occidentalizando, negando en un alto grado todas las características propias indígenas. Esto hará que ámbitos como el religioso, sea totalmente dedicado al cristianismo, permitiéndose solo ecos de características estéticas y no fundamentales para hacer referencia a las deidades de origen que formaban parte de la creencia indígena. Es así como el mestizo hace legitimo el proceso de transculturación, permitiendo y procurando tomar mayormente rasgos foráneos propios de los españoles, y negando de manera acentuada las características, costumbres y conductas indígenas.

2.     Analice como se expresa el cambio cultural en el proceso de mestizaje en el Salvador.

El cambio cultural presente en el proceso de mestizaje, queda totalmente evidenciado en las características fenotípicas buscadas y procuradas por el mestizo, es decir, tanto en su apariencia e imagen, como en sus conductas y maneras de desarrollarse en la sociedad, están presentes las características ibéricas propias de la occidentalización que el mestizo hará parte de su construcción individual en la sociedad. Los accesorios de vestimenta, así como las prácticas a las que se va a tender en El Salvador, hacen eco de la cristiandad y de los estándares occidentales, dejando de lado toda la herencia y costumbres propias de los pueblos originarios; las aficiones, esparcimiento, y objetivos de vida del mestizo, serán alineados con el pensamiento y cultura de occidente.

3.     Señale y explique los elementos analíticos que los antropólogos utilizan para identificar la población indígena en El Salvador.

Las principales características que se manejan para definir al indígena en nuestra sociedad salvadoreña son:
·      Religión (creencias, ritos y mundo sobrenatural): hace referencia a las prácticas religiosas de los grupos indígenas, que si bien son ya cristianizadas, guardan elementos básicos de prácticas y de accesorios que hacen referencia al pasado indígena con elementos que evocan a las deidades del panteón indígena.
·      Organización social (unidad local): Se hace referencia a las sociedades que se tienen presentes, tanto a nivel oficial como informal, de comunidades cuyo objetivo es el rescate y manutención de costumbres y/o aspectos propios que hacen referencia directa al pasado indígena.
·      Trabajo y producción (división de las actividades de consumo): se hace referencia a la participación en tareas básicas (agrícolas generalmente) y como la distribución se trata de realizar no enfocada en el comercio sino en la supervivencia del propio grupo familiar.
·      Vivienda y enceres domésticos: se refiere a toda la configuración habitacional que se tiene como clásica por parte de los grupos originarios, aunque se tiene el sesgo del hacinamiento y lo forzado de tal configuración en pro del desempeño en tareas agrícolas de los productos que fueron históricamente la base de la economía nacional (por ejemplo el café y el añil).
·      Indumentaria: los trajes típicos de trabajo, basados en estructuras básicas de manta, así como el calzado que era inexistente y en algunas veces en forma de sandalias hechas de cuero y más modernamente con residuos de caucho de llantas usadas (caites).
·      Enfermedad y curación: se refiere al uso tradicional de curanderos o efectos mágicos para llevar a cabo la curación de padecimientos que históricamente se han atribuidos a causas mágicas o malas energías de parte de personas que son capaces de infligir ese tipo de daño en la víctima seleccionada.
·      Ciclo de la vida individual
·      Lengua: el uso de lenguaje propio, por lo general se hace para ocasiones especiales o de alta confianza para mantener las relaciones familiares, por lo general se enseña la lengua tradicional de generación en generación.

4.     Analice críticamente la definición de indígena salvadoreño que hace Alejandro Marroquín.

En el escrito de Alejandro Marroquín se tiene la siguiente definición completa de lo que representa ser indígena en El Salvador contemporáneamente:

“Todavia subsisten en El Salvador pequeños núcleos humanos en donde los aborígenes mantienen muchos de los rasgos de vida tradicionales: hablan idioma nahuat, por ejemplo; aunque ese idioma es hablado principalmente por las generaciones adultas; las mujeres andan descalzas y usan trajes típicos; rebozo y huipil, en tanto que los hombres usan vestidos de manta o de mezclilla y andan descalzos o usan “caites” (sandalias hechas antiguamente de cuero y ahora de llantas usadas de automotores); celebran fiestas tradicionales a la usanza colonial, viven en un mundo mágico-religioso conservado de sus antepasados y habitan chozas de paja o palma… ellos, más que ningún otro grupo, conservan viva la conciencia de ser los vencidos, los “inferiores”, los eternamente humillados y explotados y además ocupan el escalón más bajo de la jerarquía social.” (Marroquín, 1975).

Puede apreciarse de la definición anterior, como las características fenotípicas siempre son las que se usan mayormente de referencia para la identificación del indígena, eso adicional a características culturales que se visualizan en la conducta, como el uso o no de determinados tipos de artículos, el lenguaje y demás construcciones culturales. El autor hace un énfasis en la característica discriminatoria presente en el indígena, y como en la actual configuración social, fue él quien rindió el pago más grande y que más afectado salió de todo el proceso de colonia, lo que conlleva una falta de superación en el grupo así como la no identificación, es decir, el indígena se siente inferior y avergonzado de admitir que es indígena, es la revitalización de esa identidad originaria de nuestros pueblos, uno de los principales objetivos que se deberían buscar en todos los niveles, tanto institucional, prácticos, así como educativos. Solamente de esa se podrá borrar el papel que desempeñaron los indígenas durante el periodo de conquista y creación del país y se podrá hacer referencia a todo el cumulo de características buenas que tienen nuestros pueblos originarios y su total armonía con la naturaleza.

5.     Explique la relación Indio-ladino desde la perspectiva del proceso histórico en El Salvador.

La relación indio-ladino en los procesos históricos de El Salvador, puede verse como un permanente conflicto y una negación de uno hacia el otro, es decir, del ladino negando rotundamente su vínculo o aporte, tanto genético como histórico, del indio. Dicho conflicto ve su clímax posterior a la independencia, independencia en la que no se tuvo en cuenta la presencia indígena en el país, ni sus derechos ni necesidades, por lo que posteriormente a la firma se da un levantamiento liderado por Anastasio Aquino quien representa para el indígena una figura salvadora que viene a evidenciar las injusticias presentes en el proceso de nacimiento de la república y los vacíos que se tiene respecto a los pueblos originarios. Indio-ladino siempre ha sido una constante lucha que tiene que ver con la posición social que va adquiriendo cada individuo, es así como queda evidenciada nuestra discriminación histórica a nuestra parte indígena, que siempre ha quedado escondida y negada como parte de un pasado que no quiere ser recordado, siendo ese sentimiento de negación una consecuencia directa del sistema implementado en el país y todo el registro social-cultural que se tiene, donde se da valor a lo occidental y no se procura dar a conocer y/o promocionar nuestros rasgos originarios indígenas.

6.     Plantee propuestas de estrategias para visibilizar la presencia indígena en El Salvador.

El primer paso para agenciar una verdadera visibilización de la presencia indígena en El Salvador, es cambiar lo que en el imaginario común colectivo, se tiene respecto a lo que implica el ser indígena, es decir, debemos borrar, —en la medida de lo posible—, el recuerdo del actuar y desempeño que se tiene registrado para las épocas coloniales, y hacer referencia a épocas de bonanza previo a la invasión española, poniendo acento en lo negativo o nocivo que fue dicha invasión. Solamente de esa manera se tendrá una postura positiva respecto al recuerdo y el legado de lo que conllevaría el aceptar y volver propia la identidad de ser indígena. Una vez hecho esto, por medio de cambios que van desde el plan educativo primario, debe luego promoverse un esparcimiento cultural, verdaderamente inclusivo, en el que todos podamos tener acceso, reivindicar y sentirnos orgullosos de nuestra parte originaria indígena. La creación de espacios inclusivos en el que se pueda invertir el tiempo libre de la mayoría de personas, sería un paso que puede ser llevado a cabo sin afectar las otras áreas de la vida individual del salvadoreño promedio, haciéndolo atractivo también para su consumo y verdadera participación en la cultura que hasta hoy se ha tenido negada.

7.     En su opinión por qué se niega a la población indígena en El Salvador. Razone su respuesta a la luz del proceso histórico salvadoreño.

Yo opino que la negación por parte de nuestra población salvadoreña de manera general, de todos aquéllos aspectos culturales e identitarios de lo “indígena”, se debe a la construcción individual que se hace en formación educativa, es decir, desde los primeros cursos en educación básica, te van enseñando como “todo” lo realizado por los españoles conquistadores, sirvió para encaminar el “buen progreso” que se tiene en el país, y como la participación del indígena en dicho proceso, fue poco o incluso contraria de algunos sectores que se dispusieron en revolución, no enseñando la validez y la explotación que se tuvo presente en los albores del estado nación. Desde ahí se trae en el imaginario de todos, la negación de aspectos que fueron inferiores y contrarios a todas las propuestas, supuestamente buenas, del pensamiento criollo occidental. Puede evidenciarse ese efecto a nivel histórico, teniendo su punto clímax en la decisión errada de un dirigente del país, que en 1932 decide el exterminio injustificado de mucha de la población indígena. Todo eso hace eco en nuestro pensamiento dejando siempre a la figura indígena como una figura negativa o que no debe desearse porque no conlleva ningún tipo de atributo bueno y mantienen desgracias en su memoria histórica; es una noción que debemos cambiar desde la formación del individuo durante sus primeros años educativos, solamente al borrar el fantasma negativo que hasta hoy representa el indígena en el imaginario colectivo, podremos recrear esa identidad y volverla parte de nuestra esencia nacional.

viernes, 25 de enero de 2019

Saberes Tradicionales.


Antropología Urbana y Contemporánea. 
Saberes Tradicionales.

Los saberes tradicionales, —tomados como referencia específica y determinada hacia una abstracción inequívoca y exacta—, hacen referencia a un tipo de conocimiento, el “conocimiento tradicional”; dicho concepto: “conocimiento tradicional”, ha sido postulado por muchos autores a lo largo de su concepción fenomenológica que data, con mayor acentuación, desde principios del siglo XIX, sin embargo, se utiliza la concepción filosófica tradicionalista de lo que representa en esencia “el conocimiento”, por lo tanto debemos hacer una aproximación a lo que se tiene en el imaginario occidental común, respecto a lo que representa el conocimiento y las diferentes características que están ligadas a dicha conceptualización.

Se retoma toda la construcción filosófica conceptual realizada por Johannes Hessen respecto a lo que debemos concebir como idea general de lo que es el conocimiento y todas las implicaciones y características procesuales que son demandadas para crear dicho fenómeno peculiar de la consciencia humana.

“El fenómeno del conocimiento se nos presenta en sus rasgos fundamentales de la  siguiente manera: En el conocimiento se hallan frente a frente la conciencia y el objeto, el sujeto y el objeto. El conocimiento se presenta como una relación entre estos dos miembros, que permanecen en ella eternamente separados el uno del otro. El dualismo de sujeto y objeto pertenece a la esencia del conocimiento. La relación entre los dos miembros es a la vez una correlación. El sujeto sólo es sujeto para un objeto y el objeto sólo es objeto para un sujeto. Ambos sólo son lo que son en cuanto son para el otro. Pero esta correlación no es reversible. Ser sujeto es algo completamente distinto que ser objeto. La función del sujeto consiste en aprehender el objeto, la del objeto en ser aprehensible y aprehendido por el sujeto.” (Hessen, 1926)

Dicha conceptualización filosófica de lo que es el conocimiento, dista grandemente de la conceptualización común y estándar que se tiene presente en nuestro sistema educativo, que hace mucha más referencia, en esencia, a lo que se denomina, —más acertadamente—, como “conocimiento científico” que puede definirse como:

“El conocimiento es una propiedad que se predica de cada  uno  de esos  entes.  En  efecto,  cada  uno  de  ellos  se relaciona  con  los  demás  entes,  con  lo  que  denominaremos  el exterior, en un doble sentido: conocimiento y acción.” (Luque, 1993).

Se debe tomar en cuenta el punto en que convergen ambas conceptualizaciones, que es la relación entre un observador (el sujeto) y lo observado (objeto, fenómeno) y cuya diferencia son solamente los procesos o metodologías que se utilicen para la observación y la presentación de dicha relación sujeto-objeto. De acá que se parta de una concepción y aceptación de la existencia y validez de un “conocimiento tradicional” o “saberes tradicionales” cuya única diferencia podría considerarse respecto a las bases epistemológicas en las que nace dicho conocimiento, es así como tenemos de algunos autores importantes la siguientes conceptualización:

“Los conocimientos tradicionales se pueden entender como aquellos conocimientos que han sido generados, preservados, aplicados y utilizados por comunidades y pueblos tradicionales, como los grupos indígenas de América Latina, que constituyen una parte medular de las culturas de dichos pueblos, y tienen un enorme potencial para la comprensión y resolución de diferentes problemas sociales y ambientales. Su procedencia no-científica no debería restar legitimidad a dichos conocimientos en la medida en que tanto unos como otros han derivado de prácticas confiables.” (L. Valladares y L. Olivé, 2015)

 Se ha tomado la conceptualización más completa que se verificó disponible para el estudio, dicho concepto enmarca las más grandes, identitarias e inherentes características respecto al tipo de conocimiento en el que nos enfocamos. Los saberes tradicionales cumplen también, de manera muy importante, con una de las características inmutables que dan la validez a determinados conocimientos, tenemos:

“Convencionalmente, en la investigación sobre gestión organizacional del conocimiento (Virtanen, 2010; McIver, Lengnick-Hall, Lengnick-Hall y Ramachandran, 2012), la noción de conocimiento se aborda desde dos perspectivas diferentes, una que ve al conocimiento como algo que se puede adquirir, almacenar y convertir (perspectiva objetivista o commodity/possession perspective), y otra que enfatiza la actividad/práctica de conocer (perspectiva basada-en-lapráctica o community perspective).” (L. Valladares y L. Olivé, 2015)

Así, la perspectiva basada-en-la-práctica enfatiza que el conocimiento toma su verdadero valor y queda totalmente definido en la práctica y que hay un continuo entre lo tácito y lo explícito; el conocimiento no puede ser una entidad objetiva separada del sujeto y separada también de la acción humana, sino que se trata de una práctica humana social y culturalmente constituida por características determinadas por la historia y tradición del grupo.

A continuación se presentan las diferentes características que definan las dos perspectivas que pueden ser tomadas para el análisis del conocimiento, la perspectiva basada-en-la-práctica reúne todas las características inherentes al conocimiento tradicional.

 

“El conocimiento es un proceso dinámico que se manifiesta en el acto mismo de conocer y en las interacciones de agentes con el mundo. Por consiguiente, en la perspectiva basada en la práctica, el conocimiento se vuelve indeterminado, preserva siempre una dimensión tácita y se manifiesta localmente en prácticas o actividades” (McIver, Lengnick-Hall, Lengnick-Hall y Ramachandran, 2012, citado en L. Valladares y L. Olivé, 2015).

Retomamos las propuestas expuestas por Polanyi respecto al conocimiento personal, en el que el autor no determina una dicotomía sobre los tipos de conocimiento, pero expone las características tacitas presentes en el conocimiento y que muchas veces no pueden ser racionalmente justificadas por limitantes lingüísticas y que por lo tanto quedan en el mentalidad del pueblo a manera de creencias o proposiciones. Todo conocimiento parte de un conocimiento tácito, de manera que: “… eliminar los elementos personales del conocimiento apuntaría a la destrucción de todo conocimiento…” (Polanyi, 1966: 20).


Características del conocimiento tradicional

El proceso de conocimiento no se puede minimizar a una actividad puramente teórica, desligada de la práctica: la práctica es una condición del conocimiento, el cual está siempre dirigida por intereses concretos, ocurre en individuos reales, que tienen intereses determinados y buscan desarrollar su vida de manera íntegra, por lo que debe visualizarse el conocimiento como principal herramienta para configurar dinámicas sociales que buscan fines específicos, por lo cual no se debe perder de vista el valor social y el origen del conocimiento, siendo un atributo más colectivo y no así individual.


Enumeración de características del conocimiento tradicional:
·      Dimensión práctica
·      Arraigo territorial
·      Carácter colectivo
·      Origen histórico o linaje
·      Dinamismo intergeneracional
·      Valor económico y socio-ambiental
·      Carácter oral-lingüístico
·      Matriz cultural
·      Expresión de un derecho colectivo

“Entre las categorías de conocimientos tradicionales figuran: los conocimientos agrícolas, los conocimientos científicos, los conocimientos técnicos, los conocimientos ecológicos, los conocimientos medicinales, incluidas las medicinas y los remedios conexos; los conocimientos relacionados con la diversidad biológica, las “expresiones del folclore” en forma de música, baile, canción, artesanía, dibujos y modelos, cuentos y obras de arte; elementos de los idiomas, como los nombres, indicaciones geográficas y símbolos; y bienes culturales muebles.” (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, 2002: 13 citado en L. Valladares y L. Olivé, 2015).

De ésta manera queda definido y sólidamente caracterizado el “conocimiento tradicional”, que es mucho más aplicable y valido en la práctica y no así como simple abstracción del pensamiento, carece de sentido hablar de todo conocimiento en general (no solamente de saberes tradicionales sino también de científico-tecnológico), sin aludir a su carácter colectivo y al medio cultural en el cual se desarrollan y cobran sentido las prácticas epistémicas que los generan, transmiten y aplican.

Referencias.

Johaness Hessen, 1926. Teoria del Conocimiento, traducción de José Gaos, Instituto Latinoamericano de Ciencia y Artes, edicin 1980, recuperado en mayo 2017 de https://gnoseologia1.files.wordpress.com/2011/03/teoria-del-conocimiento1.pdf

Joaquín Luque Rodríguez , 1993. El Conocimiento, Universidad de Sevilla, Departamento de Tecnología Electrónica, Sevilla, recuperado en mayo 2017 de  http://personal.us.es/jluque/Libros%20y%20apuntes/1994%20Conocimiento.pdf

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