Epistemología de las Ciencias Sociales
Nos interesa que
reflexionemos sobre el desarrollo del pensamiento filosófico, gnoseológico,
epistemológico y antropológico desde la
perspectiva de José Ortega y Gasset en
torno a tres aspectos íntimamente relacionados como son:
1. El
razonamiento de nuestra época. Cómo concebimos que creemos en la razón y no en
sus ideas.
La concepción
que creemos en la razón y no en todas las ideas planteadas en general, es
comportamiento natural y propio de los humanos, debemos por tanto marcar las
diferencias básicas entre lo que es “creencia” y lo que es “idea”; de donde
podemos comenzar mencionando que las “creencias” que poseemos como sujetos,
están marcadas por toda la construcción social que tenemos y nuestra exposición
al mundo, a la realidad, es decir, para que se cree una creencia como parte
integra de nuestra construcción individual, debemos ser expuestos a ella de
manera constante (cotidiana) e incluso hasta inconsciente, de forma intensa y
marcada en una línea que al naturalizarla tomaremos como verdadera e inmutable.
El sistema de creencias son “ideas” que volvemos propia y forma parte, muy
inherente, de lo que somos; han sido transmitidas de manera natural, constante
e inconsciente para formarnos como persona, en cambio la definición de “idea”
es algo relativamente nuevo y/o que es expuesto de una manera en la que no la
concebimos natural-originalmente. La razón o creencia, es aquel cumulo de
pensamientos que hicimos parte de nosotros sin meditación y nos sirven de base
para contrastar todo pensamiento inferido por cualquier agente externo.
2. La
lógica binaria de Ortega: Duda versus creencias. ¿Adónde queda la diversidad?
El hogar de las ideas.
El conflicto
epistemológico planteado entre “duda” contra “creencias”; es el que se vive
cotidianamente aún sin ser conscientes de ello, es decir, el humano basa todas
sus interacciones con el universo externo sobre un plantel de creencias que han
sido inducidas en él históricamente durante su crecimiento y desarrollo como
cualquier individuo de la sociedad, se hace sin ser consciente o meditar al
respecto; la duda es en cambio, el estado de pregunta respecto a la concepción
de determinado aspecto de la realidad, la duda tiene de diferencia todo el peso
que conlleva la basa de la cual parte el individuo, por generalidad, todas
nuestras creencias han sido fundamentadas de manera aguda en nosotros, y no
existe titubeo para argumentar al respecto, en cambio la duda surge de una
forma más o menos espontanea (por tomar un atributo directo), es decir, no se
puede argumentar tal como se argumenta la creencia y crea una postura de
apertura respecto a lo que se está dudando; la diversidad respecto al
pensamiento o concepciones de la realidad universal, viene tacita en esa
concepción de duda y en la apertura que demanda respecto a nuestro pensamiento.
3. La
mente como problema filosófico y antropológico. La poesía como vía
epistemológica.
La mente,
concebida como un espacio diferenciado en la que se encuentran la realidad con
la fantasía, o por ser un poco más exacto la contraposición lógica-histórica de
lo que se concibe como razón y mentira, es visualizada en la lectura como un
factor filosófico importante y determinante a partir de la duda, de las
cuestiones que se hacen sin asumir nada de manera natural ni preconcebida como
verdad absoluta, es ésta duda la que ha concebido todos los pensamientos o
ideas que se tienen hoy como determinantes de nuestra realidad universal, el
carácter antropológico de la mente puede ser evidenciado en todas las
conductas, normativas, cosmologías, que se tienen como verdaderas y han servido
de base para las diferentes construcciones sociales que se tienen (opinión
personal); es la aceptación, casi inconsciente, de la realidad, de todo aquello
que se tiene a nivel natural y profundo en la personalidad de las diferentes
configuraciones universales. La poesía es planteada por el autor, como el punto
de encuentro donde convergen la creencia y las ideas, se visualiza que se usó
el término poesía para denotar el carácter fantasioso, mágico, no cotidiano,
artístico e irregular que deberían tener los procesos mentales que se tienen
como individuo. Todas las abstracciones que se tienen, pueden ser consideradas
como fantasías, Ortega y Gasset determina incluso que hay fantasías exactas, es
decir, que no solo van en línea con la realidad sino que son inmutables, ello
lo hace para hacer referencia a pensamientos matemáticos, dejando muy
estipulado el hecho que todo pensamiento es una combinación de fantasía con
realidad e incluso con exactitud.
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